QUEBRADA DE HUMAHUACA de Purmamarca a Humahuaca y una escapada a Iruya.


Norte argentino

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Purmamarca

Nos alojamos en las afueras, en el hotel La Comarca, muy lindo, con unidades muy cómodas, y un buen desayuno, lo que si 1 un kilómetro y medio del pueblo; ojo, en el centro hay una vasta gama de alojamientos y lugares para comer, ¡de todos los precios! 

Al día siguiente nos fuimos a recorrer la ciudad, y a ver qué era eso del “cerro de los 7 colores”, esa maravilla de la que había oído hablar: increíble el colorido, y hay que visitarlo de mañana porque es cuando le da todo el sol. 

La mejor vista la tenés a la entrada del pueblo, en la montaña de enfrente, donde hay una pequeña subida, con un mirador, ¡y es la mejor postal del lugar! 

Por atrás de dicha montaña, podes recorrer el “Paseo de los Colorados”, contracara de los 7 colores, pues todo, como su nombre lo dice, es colorado, una caminata fácil que te lleva a entrar al pueblo nuevamente por atrás de la capilla, y te lleva a la plaza principal, que está LLENA de diferentes puestos, de las artesanías que se te ocurran, y de diferentes coloridos que le dan un tono increíble al lugar.

Cerro de los 7 colores

Purmamarca

Quebrada de Humahuaca

Un día nuevo, una ruta diferente: la quebrada de Humahuaca. La idea ese día era llegar hasta Iruya, y teníamos mucho que recorrer, así que arrancamos temprano, y fuimos admirando la paleta de colores que se nos presentaba a medida que avanzábamos, en las montañas.

Tilcara

Tiene mucha vida, sobre todo a la noche, con varios lugares para comer, y variada la oferta de alojamiento. En la plaza principal diferentes puestos que ofrecen variedad de artesanías. Para visitar, como atracción principal, está el Pucará de Tilcara.

Tilcara

Urquía

Siguiendo y sobre la margen izquierda, esta Urquía, donde se puede visitar la Iglesia de San Francisco de Paula, pudiendo presenciar en su interior, como hito de la pintura cuzqueña, el llamado Ángeles Arcabuceros, muy lindo para ver. Para preservarlo no dejan sacar fotos.

Luego llegamos a la muy conocida Humahuaca, donde en la iglesia, a las 12:00 del mediodía, sale, gracias a un mecanismo de avanzada instalada en la iglesia, una figura de San Francisco dando la bendición a todos lo que estén de visita a la plaza. 

También alrededor de la plaza tienen para ver el Cabildo de la ciudad, a una cuadra esta la escalinata que te lleva al Monumento de los héroes de la Independencia, y la plaza principal. En todos estos lugares, lo ideal es perderse en sus calles de empedrado e ir viendo construcciones de época, lugares de artesanías que hay por todas partes. 

Algo también interesante es el mercado que esta sobre las vías muertas, donde si buscan encuentran un sinfín de especias con un colorido increíble.

El Hornocal

Desde acá, nos desviamos para “la derecha” del pueblo, con dirección al cerro de los 14 colores, llamado “El Hornocal”, una vez más, otra maravilla de la naturaleza. Se tarda para llegar ya que está a una hora de Humahuaca, y el estado del camino si bien no es óptimo, se puede llegar sin problema. Lo óptimo es ir entre las 14 y las 17 horas, por como le pega el sol a esas montañas.

El Hornocal

Iruya

Ya de regreso, ese día, nos fuimos a Iruya, otra maravilla. El camino, si bien todos nos habían dicho que tengamos MUCHO cuidado, no nos pareció difícil de transitar, si hay que hacerlo con mucho cuidado, ya que por ejemplo, dejaría pasar, si fuera a Uds., a los micros, ya que no perdonan! 

El camino es de ripio, como en GRAN PARTE de nuestro viaje, y a veces muy zigzagueante bajando una ladera de montaña, pero eso es lo que le da el encantó, ¡así como todas las pigmentaciones que hacen que resalten las maravillas de colores que se ven, bien vale la pena! 

Llegamos a Iruya a la tardecita, y subimos hasta el hotel Iruya alojándonos por dos noches, muy recomendable por la vista,  siendo el punto más alto del poblado; tiene una terraza que a una determinada hora, se pueden llegar a ver hasta cóndores planeando en las alturas. 

Esa tarde fuimos a misa, muy pintoresca, lleno de coyas, y la iglesia es un icono del pueblo, pues es lo primero que se ve cuando uno llega. Un dato no menor, que mientras que la quebrada de Humahuaca está en la provincia de Jujuy, Iruya está en la de Salta, en la parte que “abraza”, en el mapa, a Jujuy, a la derecha.

Nos quedó un día entremedio, y decidimos irnos a San Isidro, que está a 7 kilómetros: no la van a ver marcada en el mapa, ya que no hay ruta, ya que en realidad lo que hay es una huella siguiendo el cauce del rio, que de vez en cuando lo cruza para seguir del otro lado. 

Quisimos ir en auto, y resulta que veníamos lo más bien, y casi llegando a la explanada de estacionamiento, empezaron a patinar las ruedas del auto hasta que salió un olor a quemado y dije, “si no te queres quedar sin rueda, en San Isidro (Salta), ¡para!” así que ahí nomás retrocedí unos 400 mts. y lo pudimos dejar al lado del camino. 

Este camino se puede hacer caminando, pero con la altura, se hace un poco pesado. Valió la pena, subiendo una escalera, estaba todo el pueblo arriba, calles peatonales, donde había veces que pasaba una sola persona. Hay que tener cuidado porque la gente piensa que las estas invadiendo, y no queremos dejar esa impresión. Pudimos comer y después de recorrer, nos volvimos.

TERMA DE REYES: un spa para el descanso antes de emprender el regreso

Ya volviendo, nos fuimos a Terma de Reyes, unas 4 horas de viaje, ripio hasta llegar a la ruta 9, pavimento hasta el desvío a Terma de Reyes, y ripio hasta el hotel. El Hotel es majestuoso, el agua tiene propiedades termales, de ahí su nombre, y posee diferentes categorías de habitación. 

En su época de apogeo, se quedó el General Perón con Evita en este hotel, ya que en una época fue manejado por la Fundación Eva-Perón como hogar-escuela de huérfanos, esto fue entre 1946 al 1955. Después se devolvió a la gobernación. 

El Hotel es muy grande, tiene varias habitaciones, tiene un spa con aguas termales para tratamientos terapéuticos, y un elegante restaurante donde se sirve un variado menú con platos exquisitos. También cuenta con una pileta descubierta, donde tuvimos la oportunidad de tirarnos un chapuzón.

Cerro 14 colores


El regreso, después de tantos días, fue con noche en Córdoba, en tiempo y forma.

¡Realmente un viaje que nunca olvidaré!



Alan Mclean - TTS Viajes
Asesor Comercial
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IG alan.m.lean

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